Nos encontramos en un momento de tránsito histórico. El Capital ha llegado a su fin o, mejor dicho, ha cumplido su objeto, a saber: conformar el Mercado Mundial (MM). Todas las fases históricas tienen una cualidad o una nueva función social que ofrecer a la evolución humana. La del capital, en tanto proceso de valorización, suspende el valor de uso y vacía de contenido la función social, se concentra en el valor de cambio, expresado bajo la especulación que persigue -con pretensión de eternidad- la ganancia. Esta suspensión de sentido permitió una aceleración en el desarrollo de las fuerzas productivas.
Es momento de hacer una reflexión sobre lo que esto significa. La ley de desarrollo histórico indica que todo modo de producción es construido con las Fuerzas Productivas (FP) alcanzadas por el modo anterior, la labor política práctica se va a centrar, entonces, en la renovación de las Relaciones Sociales de Producción (RSP). Además, es necesario decir, que estos tránsitos inter-modos ocurren bajo la regla dialéctica de opuestos, por ello es necesario identificar el núcleo que determina el sentido del Modo de Producción Histórico (MPH) en cuestión para poder conocer la trayectoria de tránsito del nuevo núcleo que habrá de aparecer en el cielo de la historia.
El siglo XX se trató del proceso acelerado de construcción del imperialismo financiero, este puente marca el cambio entre un patrón metálico a uno fiat, hablando desde la perspectiva de la teoría de la transición de Marx, el siglo XX sería el proceso de tránsito del modo de producción capitalista basada en el capital privado y de libre competencia al modo de producción basado en las sociedades anónimas y con anulación de la competencia. La concentración y centralización es el punto nodal de éxito en las previsiones de El Capital sobre el Mercado Mundial.
Lo que ha sido menos obvio es que el proceso de imperialismo es un proceso de desarrollo de una formación social colectiva, solo que esta se produjo bajo el contexto de la propiedad privada capitalista, bajo la monopolización violenta de posibilidades sociales. La cooperativa soviética nace como melliza de las sociedades por acciones, el siglo XX es el lugar de nacimiento de esta capacidad de proyectar asociaciones a escala mundial. La tendencia es muy clara: de lo privado a lo social-colectivo.
Es decir, a pesar de todo el avasallamiento y la violencia del capital, no ha podido detener la tendencia de sentar las bases para una sociedad de asociación, pero esta vez colectiva, no privada. Este es un paso necesario para comprender cómo será el futuro inmediato. Una vez construido el MM, comienza un proceso de liberación de las FP mediante la transformación de las RSP. El análisis del imperialismo financiero es fundamental para entender este mecanismo de transformación, particularmente parte por lo que sucede en el Sistema de Crédito Mundial (SCM). El monopolio de la moneda mundial es el límite que tiene que ser superado para plantear una verdadera transición histórica. Por ello, hasta ahora ha estado bien señalar la política fiscal como un elemento, pero es insuficiente, es necesario activar la crítica sobre la política monetaria mundial. Es decir, no podemos seguir con el sistema dólar andando, es necesario que cada región, como en fractales, pueda tener sus sistemas de moneda autónomos. Es necesario el reconocimiento de un nuevo internacionalismo, de una nueva realidad social, no la del Mercado Mundial de la globalización que hoy caduca sino un Sistema de Valor Mundial donde se garantice la libre asociación por medio de la cooperación monetaria global.